Un ciclista en la casa Makaya
La Casa Macaya es una de las obras maestras del arquitecto modernista Josep Puig i Cadafalch.
En 1899, el industrial catalán Ramon Macaya Gibert (que producía chocolate y dulces, además de comerciar con algodón de la India) le encargó el diseño de una casa para su familia. El arquitecto contó con la ayuda del escultor Eusebi Arnau en el diseño de la Casa Macaya, quien representó a un ciclista junto a la puerta principal.
LA UBICACIÓN MISTERIOSA EN EL MAPA
Mientras trabajaba en la Casa Macaya, Josep Puig i Cadafalch construía otra casa para otro magnate, el señor Amatller, en el Paseo de Gracia. La distancia entre ambas obras (aproximadamente 1,5 km) requería desplazamientos frecuentes. Así que el arquitecto se subía a su bicicleta y llegaba a su segundo proyecto en minutos. Iba y venía en bicicleta entre la Casa Macaya y la Casa Amatller.
Para sorprender gratamente al arquitecto, el escultor Eusebi Arnau representó a un ciclista de carreras a la izquierda del portal. Esta historia fue contada durante muchos años por guías e historiadores locales como una broma local. Todos estaban convencidos de que el ciclista era, en efecto, Josep Puig i Cadafalch. Sin embargo, en 2015, se reveló que existe otra versión sobre el origen de este ciclista de piedra.
En abril de 2015, los descendientes de esta gran familia se reunieron en la Casa Macaya. Asistieron más de 100 personas. Una de ellas fue Danielle Bodo, quien reveló que la ciclista que aparecía en la casa era su abuela.
Ramón Macaya conoció a la bella Armandine, de 18 años, en París y se enamoró. Tenía más de sesenta años y estaba casado. Legalmente no podía traer una amante a su casa. Los hijos de Ramón eran mayores que ella. Así que, para justificar la presencia de la joven francesa en su casa, la contrató como institutriz. A la joven institutriz le encantaba montar en bicicleta.
Eusebi Arnau conocía la pasión del cliente por la casa y colocó deliberadamente esta escultura en la entrada.
Cuando Ramón Macaya enviudó en 1904, se casó inmediatamente con Armandina. Este matrimonio desigual se convirtió en el centro de atención. Pero su matrimonio duró 18 años, hasta la muerte de Ramón.
En 1914, Macaya vendió la casa a otro empresario catalán, el propietario de una refinería de petróleo Juan Vilella.
En 1936, los revolucionarios expropiaron la casa a la familia Vilella. Esta se convirtió en una escuela para niños ciegos. Tras la Guerra Civil, La Caixa adquirió el edificio.
La Casa Macaya albergó durante mucho tiempo el centro de exposiciones CaixaForum y posteriormente el museo de ciencias CosmoCaixa. Actualmente alberga el Centro Cultural LaCaixa.
