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Cuadro de Joan Miró
en el balcón de una casa del Eixample
En pleno barrio del Eixample, en la intersección de Consell de Cent y Rambla de Catalunya (Carrer Consell de Cent, 335), se puede ver un cuadro de Joan Miró en la pared de una casa.
Se trata de un regalo del gran artista al famosísimo restaurante Orotava de la ciudad.
Durante mucho tiempo, el restaurante Orotava fue un referente de la exquisita cocina catalana y un lugar de encuentro habitual de artistas locales.

Картина Миро на балконе

Дом с картиной Миро на балконе

Картина Жоана Миро к 50-летию ресторана Orotava

Картина Миро на балконе
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LA UBICACIÓN MISTERIOSA EN EL MAPA
La Exposición Mundial de Muestras de 1929 estaba finalizando en Barcelona cuando José Luna Latorre abrió un restaurante al que llamó L'Hostalet.
Desde el principio, el propietario, un hombre con un fuerte amor por la cultura y el arte, llenó el restaurante con cuadros de diversos artistas, que con el tiempo lo convirtieron casi en una galería de arte.
Al finalizar la Guerra Civil, cuando se prohibió el uso de la lengua catalana y se obligó a castellanizar los nombres de todos los negocios, José Luna no estuvo contento con que su restaurante tuviera que pasar a llamarse El Hostalillo, por lo que decidió cambiarlo por Orotava, en recuerdo a un viaje que realizó al Valle de la Orotava en la isla de Tenerife.
La estrecha relación del Señor Luna con el mundo del arte convirtió su restaurante en un punto de encuentro para los artistas más reconocidos de la ciudad. Salvador Dalí, Joan Miró, Eduardo Chillida y Eduardo Arroya estuvieron entre los invitados. Dejaron sus comentarios en forma de dibujos en un libro de visitas especial. Con motivo del 50.º aniversario del restaurante, Joan Miró les obsequió un dibujo original con la inscripción «Restaurante Orotava, antes conocido como L'Hostalet», que se exhibió en una de las salas. Este regalo de Miró se hizo famoso cuando el artista Joan Gardi Artigas pintó una copia del mismo en un mural cerámico en 1997, que se instaló en la fachada del edificio.
La ilustre historia del restaurante Orotava llegó a su fin el último día de junio de 2005, cuando su propietario, Josep Maria Luna, hijo del fundador del restaurante, se jubiló. Al cerrar el restaurante, Luna decidió subastar casi un centenar de obras de arte que habían deleitado a los comensales, incluyendo un dibujo de Joan Miró con motivo del 50.º aniversario del restaurante. Con lo recaudado, fundó una fundación para ayudar a niños con discapacidad intelectual. El hijo de Josep Maria Luna era autista.
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